CANELA FINA

Carlos E. Bilbao, 1949. Escritor. Me gusta la naturaleza; escribo sobre educación, sociedad, familia, política y literatura.

04 abril 2006

CONSERVADORES Y PROGRESISTAS

Los políticos conservadores son unos “piernas”: se dejan comer la tostada por los autollamados políticos progresistas. Ya sólo estos términos - conservadores, progresistas - son una falacia.
Nadie tiene todos los triunfos en la mano, ni nadie es tan torpe que no sepa ni hacer la letra O con un canuto. De este planteamiento nace el tremendo engaño a la sociedad de frenar el verdadero estilo democrático. “No nos impongan ustedes sus criterios morales”, dirán los progresistas a los conservadores. Y aquellos se callan; no se dan cuenta que sus adversarios están usando las mismas armas: sus distintas ideas también están basadas en criterios morales. ¿Cómo iba a funcionar la mente humana si no? ¿No resulta chusco oír “NO ME IMPONGAS TU MORAL, IMPONGAMOS LA MÍA? Eso es lo que pasa, sin duda. Pero no se dice, se manipula, se retuerce la palabra, la imagen, el gesto. En fin, todos mienten y, sin embargo están de acuerdo en que moralmente la verdad es preferible a la mentira.
Zimon de Elea