CANELA FINA

Carlos E. Bilbao, 1949. Escritor. Me gusta la naturaleza; escribo sobre educación, sociedad, familia, política y literatura.

28 marzo 2006

MIEDO AL SILENCIO

¿Han recapacitado ustedes en el norme número de frases hechas o lugares comunes con los que las personas nos comunicamos? Son voces, no palabras; porque detrás de cada palabra esta la idea de lo que queremos expresar. La voz es simplemente el vehículo. Nuestra sociedad del siglo XXI está poco acostumbrada a pensar y, por tanto, a tener ideas, opiniones propias. Nunca ha habido tanta facilidad para cultivar la inteligencia y, sin embargo, miren: las naciones se engañan unas a otras con una diplomacia calculada, lo que provoca ese abismo de injusticia entre distintas zonas del planeta. Se pueden proponer más ejemplos: dedicamos muy poco tiempo a la cultura, a leer libros de más o menos nivel, o a estudiar. Y todo ello conformándonos con un estar al día hojeando el periódico o viendo la televisión, que se conforma con hacer negocio y promocionar una programación que debería sonrojarnos por su poco nivel cultural y humano. Para que hablar de la manipulación informativa, saco de mentiras y verdades a medias.
¿Han observado que la gente le tiene miedo al silencio? ¿Qué no disfruta de esa soledad en compañía ante un espléndido paisaje, tras coronar una cima de un monte? ¿Que va al campo o la playa con los walkmen o un pequeño televisor? Y es que el silencio pone al ser humano ante sí mismo: somos seres inteligentes; hay algo dentro de nosotros que nos hace intuir que no es lo mismo el mundo racional que el animal. “Hay que escuchar al silencio”, he oído más de una vez. Pero la voz, portadora de las palabras, está dentro de nosotros.
Cuando ya el “sol comienza a darnos por la espalda”, ¿qué se puede arreglar? Ciertamente poco, pero no nada. Un adulto de 55 años o un jubilado puede y debe hacer esfuerzos para disfrutar de la vida porque ha conseguido que la cultura, “el saber cosas”... ha pasado por su lado, y ha sabido estar atento.
Pero sobre todo, la educación. Me remito a mi serie “Aprobado General”, también editada en este Blog. Ni padres, ni educadores, ni alumnos, por este orden, están implicados en tomarse este tema en serio, dejándolo en manos de los políticos de turno. “Corremos bien, pero fuera del camino”
Zimon de Elea