ONCÓLGA PARTIDARIA DE LA EUTANASIA CAMBIA DE OPINIÓN AL ENFERMAR

Sylvie Menard se dedicaba a curar el cáncer antes de que le fuera diagnosticado un cáncer de hueso. Ha declarado recientemente en la revista ELLA: "Cuando enfermas, la muerte deja de ser algo virtual y se convierte en algo que te acompaña la vida diaria. Y entonces te dices: voy a hacer todo lo posible para vivir el mayor tirmpo posible. Hoy cualquier cosa me vale, si implica una nueva posibilidad de vida".

Parece como si viera con buenos ojos el encarnizamiento terapéutico. En realidad no es así. Ella aboga por los cuidados paliativos; es decir, optar por morir dignamente el tiempo que la naturaleza dicte, pero sin dolor y sufrimiento.

Los cuidados paliativos están todavía poco introducidos en los hospitales, pero es una rama de la medicina llamada a desarrollarse cada vez con más empuje y velocidad. Se sabe mucho sobre esta rama de la medicina, y muy pocos hospitales ofrecen en este sentido unos servicios seguros.

No a la eutanasia; no al encarnicamiento terapéutico. Y sí a los cuidados paliativos.

LA CONVERSIÓN DE MAGDI ALLAM

La conversión es una consecuencia de la libertad religiosa. Ahora bien, ¿cuál ha sido la reacción en el mundo islámico? ¿Es una herida a la sensibilidad musulmana o un modo de expresar esa libertad religiosa cuyo reconocimiento se exige a los países musulmanes?

La conversión al cristianismo de Magdi Allam, subdirector del Corriere de la Sera; italiano de origen egipcio y musulmán, ha destapado algunos equívocos en el diálogo entre la Iglesia y el Islam. La libertad religiosa de la que gozan los musulmanes en los países cristiano, no se corresponde con la cerrazón e impedimento de la práctica religiosas cristiana en los países musulmanes. Y qué decir de una conversión como la que ahora ha saltado a todos los medios de comunicación. No hay una justa reciprocidad en la práctica religiosa.

Ahora bien, tanto por parte de la Santa Sede como de las personalidades musulmanas que escribieron al Papa, hay un deseo de mantener el diálogo.

Ojalá se abran camino estas conversaciones y la libertad religiosa sea un hecho en todos los países.

LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA FRANCESA

Vuelve la instrucción cívica en la escuela francesa. En primaria se impartirán desde las reglas de cortesía (no hipocresía, sino respeto a los demás), hasta los principios de organización de la vida democrática.

El objetivo es dar a alumnos un fondo común de valores que les prepare para vivir plenamente en sociedad, siendo conocedor de sus derechos, de sus deberes y los motivos por los que existen estos.

En España las cosas han sido de otro modo. Mientras que en Francia se está dialogando con los sindicatos de profesores – de tendencia mayoritaria de izquierdas – en España se impone una ideología (o ideologías) y se deja en manos de desconocidos la confección de libros de texto para esta asignatura. Y resulta bochornoso comprobar que los contenidos de esos textos son absolutamente dispares y en ocasiones contrarios. Aparte del contenido sesgadamente socialista.

Los padres tenemos derecho a opinar también; que se nos consulte y, por supuesto que se nos respete el derecho a objetar en conciencia, porque los hijos no son del Partido, ni de la sociedad, sino de sus padres, que tienen a su vez la obligación de educar en valores a su prole, en mutua colaboración con el centro educativo. Faltaría más.