CANELA FINA

Carlos E. Bilbao, 1949. Escritor. Me gusta la naturaleza; escribo sobre educación, sociedad, familia, política y literatura.

29 marzo 2006

APROBADO GENERAL (4)

Continuamos con las zimonadas sobre educación.
DIÁLOGO. ¿Les suena lo de que los padres han de ser los mejores amigos de sus hijos? El diálogo paciente desde los primeros años es el manantial de la amistad. Sin cuentos ni ñoñerías... porque ya se sabe que los mejores amigos de los hijos son sus mejores amigos, y no los padres. Porque los padres son algo más: son unos seres superiores que les quieren con locura y procuran ayudarles en todo, para sacar de ellos la mujer, el varón maduro que todos - hijos, padres, educadores - desean.
El tren debe estar parado cuando se intenta embarcar en el vagón de la paciencia y el diálogo. Padre o madre que me lees. Si no has tomado tu billete a tiempo y, por ejemplo, quieres enmendar tus pasos con un adolescente, te va a costar mucho más... Pero se puede. En estas circunstancias la paciencia no debe perderse nunca, ni tampoco caer en el desánimo al no ver respuestas positivas en el hijo que queremos ganar para la paz familiar, o para el estudio. Te has embarcado tarde pero, por favor, no te precipites, aunque estés descompuesto por haber tomado el tren en marcha. “El objeto de tus amores” puede interpretarlo como una comedia, como una táctica artera para engatusarle. Y no hay cosa peor que el amor no correspondido. Hay que armarse de paciencia, perseverar en un chirriante diálogo, ceder a veces, conceder otras, prohibir también, aunque razonando ante el enfado. Ellos son listos, tienen capacidad de juicio. Lo que pasa es que, a lo mejor, no han tenido perro que les ladre, o han tenido unas malas amistades (¡no es un tópico!), o un ambiente en su clase poco propicio para la aplicación al trabajo... O que vosotros no habéis sabido educarles.
Antes de pasar a otro peldaño, hay que afirmar que el trato con hijos adolescentes puede tardar en dar su fruto, pero éste llega tarde o temprano. Y es de lo más gratificante. ¡Ojo!, que estamos hablando de una tarea de años.
Añadamos otro elemento necesario en toda tarea educativa:
LA AUTORIDAD es un bien necesario. Así hay que hacerla ver a los hijos desde los pocos meses. Malo sería, padre o madre, que amparases tus mandatos en tu condición de ser superior. Ellos tienen que entender que tú estás para ayudarles y que, por tanto, todos tus actos van encaminados a su bien. Entonces la autoridad, que tanto se ejercita en el campo laboral, en la circulación de vehículos, en las relaciones sociales en general, no será algo traumático, sino una incomodidad benefactora. Y la cosa funciona. A veces obedeciendo a regañadientes - ¡faltaría más!-, pero comprendiendo la bondad de un determinado criterio. El diálogo se potencia en estas ocasiones y, además, se estrechan los lazos del cariño y la confianza mutuas. Es curiosa la psique infantil o adolescente... Ellos tienen unas ganas enormes de comunicarse con sus padres, pero les frena un no sé qué de rebeldía o de vergüenza. Pero, inconscientemente emiten señales, y desde edades muy tempranas. Se podrían escribir libros - los hay - con los distintos códigos de señales de los hijos en demanda de cariño y protección. Volver a orinarse en la cama o pedir que se les dé de comer a la boca, cuando estas fases estaban superadas, tienen un por qué. Pueden ser celos del nuevo hermanito, o que los padres se ausentan muchas horas al día de casa por motivos profesionales. La osquedad, los enfados, el cinismo, la vagancia son las cuatro señales típicas de un adolescente. En la mayoría de los casos no adoptan esas actitudes para fastidiar, En realidad buscan atención llamando la atención.
Apoyados en este trípode: PACIENCIA, DIÁLOGO, AUTORIDAD, los padres podrán sacar a flote las muchas potencialidades de sus hijos. Con estas tres patas se podrán articular cientos de formas para colaborar estrechamente con el profesorado. No olvidemos que tan solo hemos hablado de EL ESFUERZO y los padres. Ahora les toca el turno al profesorado.
Zimon de Elea

28 marzo 2006

LAS MEJORES NOVELAS DEL 2005

Clarke, Susanne. JONATHAN STRANGE Y EL SEÑOR NORREL. Ediciones Salamandra. Barcelona, 2005. 795 páginas.
La autora es una mujer joven, inglesa. Ésta es su primera novela. Terminada su Graduación en Oxford en 1992, acometió la tarea de lo que sería, pasados algo más de diez años, la presente obra, que está siendo un éxito editorial.
Algunos críticos literarios han afirmado que la obra de Clarke es un libro de magia dedicado a los adultos. Si exceptuamos la recreación de ambientes, personas y naturaleza - que no es poco, - la novela no tiene ningún contenido importante, digno de mención. Pero sí proporciona una gran satisfacción y entretenimiento, simplemente porque está extraordinariamente bien escrita: la prosa arrastra, la trama no decae en ningún momento, es más, se enriquece con nuevos argumentos. Y si añadimos la perfecta descripción de ambientes y de personajes (por cierto, bastante numerosos), hay que concluir que esta obra debe leerse por su belleza. No hay que buscar moralejas, mensajes, opiniones de la autora, como sucedió en su momento con Tolkien o C. S. Lewis. Es pura magia. Por cierto, un adolescente de doce años disfrutará con su lectura aunque, efectivamente, me parece que Clarke pensaba más en los adultos que en los jóvenes cuando escribió esta novela.
Otro crítico literario ha dicho que la obra es muy buena, pero que le sobran varios cientos de páginas, porque la trama es siempre igual: se repite con otros personajes. No estoy de acuerdo. Es como si J: R. Rowling hubiera decidido publicar Harry Potter de una sola vez. Incluso me atrevo a afirmar una segunda parte: el argumento queda abierto.
Lo malo de estos libros, llamémoslos de “fantasía”, es que pueden ser desorientadores para cualquier clase de lector. La magia y derivados es algo real, aunque peligroso; el nivel cultural y de formación respecto a asuntos espirituales o simplemente metafísicos, está por los suelos en nuestra civilización. Qué duda cabe que atrae al ser humano el poder. Tener la fuerza de cambiar las cosas a su gusto. Si la magia comienza a ser moneda de cambio - aunque sea como mero entretenimiento literario - en el transcurrir de los días, no vamos por un buen camino.
Zimon de Elea

MIEDO AL SILENCIO

¿Han recapacitado ustedes en el norme número de frases hechas o lugares comunes con los que las personas nos comunicamos? Son voces, no palabras; porque detrás de cada palabra esta la idea de lo que queremos expresar. La voz es simplemente el vehículo. Nuestra sociedad del siglo XXI está poco acostumbrada a pensar y, por tanto, a tener ideas, opiniones propias. Nunca ha habido tanta facilidad para cultivar la inteligencia y, sin embargo, miren: las naciones se engañan unas a otras con una diplomacia calculada, lo que provoca ese abismo de injusticia entre distintas zonas del planeta. Se pueden proponer más ejemplos: dedicamos muy poco tiempo a la cultura, a leer libros de más o menos nivel, o a estudiar. Y todo ello conformándonos con un estar al día hojeando el periódico o viendo la televisión, que se conforma con hacer negocio y promocionar una programación que debería sonrojarnos por su poco nivel cultural y humano. Para que hablar de la manipulación informativa, saco de mentiras y verdades a medias.
¿Han observado que la gente le tiene miedo al silencio? ¿Qué no disfruta de esa soledad en compañía ante un espléndido paisaje, tras coronar una cima de un monte? ¿Que va al campo o la playa con los walkmen o un pequeño televisor? Y es que el silencio pone al ser humano ante sí mismo: somos seres inteligentes; hay algo dentro de nosotros que nos hace intuir que no es lo mismo el mundo racional que el animal. “Hay que escuchar al silencio”, he oído más de una vez. Pero la voz, portadora de las palabras, está dentro de nosotros.
Cuando ya el “sol comienza a darnos por la espalda”, ¿qué se puede arreglar? Ciertamente poco, pero no nada. Un adulto de 55 años o un jubilado puede y debe hacer esfuerzos para disfrutar de la vida porque ha conseguido que la cultura, “el saber cosas”... ha pasado por su lado, y ha sabido estar atento.
Pero sobre todo, la educación. Me remito a mi serie “Aprobado General”, también editada en este Blog. Ni padres, ni educadores, ni alumnos, por este orden, están implicados en tomarse este tema en serio, dejándolo en manos de los políticos de turno. “Corremos bien, pero fuera del camino”
Zimon de Elea

23 marzo 2006

SIDA Y ABSTINENCIA

¿Por qué los Estados prohiben o restringen el fumar o beber alcohol en exceso, las drogas...? Respuesta: porque daña a la salud. Llevamos varios años recomendando el uso del preservativo en las relaciones sexuales, para prevenir el SIDA. Y la campaña fracasa. El Misterios de Sanidad Español ha gastado casi un millón y medio de euros en su última campaña a favor del preservativo. La última de muchas otras anteriores. Resultado: en España los embarazos de mujeres menores de 21 años están siendo más de 43.000 al año. Y entre las embarazadas menores de 19 años la tasa de abortos ha pasado del 20% en 1990, al 44% en el 2000. Según un Hospital de Badalona, pionero en dispensar anticoncepción postcoital gratuitamente, en España, el 79% de los casos atendidos por esta causa, se refiere a rotura o deslizamiento del preservativo durante el acto sexual. Si a eso le añadimos que el número de embarazos no deseados ha propiciado en el 2005, alrededor 80.000 abortos, pregunto:¿Por qué se empeña la OMS en este método, si sabe que no funciona? ¿Si sabe que el contagio del SIDA por transmisión sexual está llegando ya al 30%?
Proponer la abstinencia se considera no factible, moralista, en ambientes políticos y sanitarios de nuestro país. Pero ante eso pongo estos datos nada moralistas y sí muy pragmáticos: El Comité para la Adolescencia de la Academia Americana de Pediatría, está recomendándola. Como así mismo la Agencia de Protección de la Salud en Gran Bretaña.Nos estamos jugando mucho desde el punto de vista de la salud de millones de personas. ¡Fuera ideologías! Se imaginan que estuviera ideologizado el tabaquismo o el exceso de alcohol? Pues esto lo mismo.
Zimon de Elea

21 marzo 2006

LAS MEJORES NOVELAS DEL 2005

MacEwan Ian. SÁBADO. Anagrama. Barcelona, 2005. 328 páginas. Su novela, AMSTERDAM fue editada en España en 1999. No tuvo mucho éxito entre el gran público, pero ya era conocido en Gran Bretaña como un notable escritor. SÁBADO vuelve a reflejar - aunque más madurado todavía - el pensamiento, la visión que el escritor tiene de la vida, de las diversas circunstancias que rodean a nuestra civilización y al resto del mundo. Porque para esto escribe Ian MacEwan: para transmitir sus inquietudes, dudas u opiniones sólidamente arraigadas con el paso de los años. Con esta obra de MacEwan nos encontramos ante un trabajo de gran calado, explorando la mente y la conducta del ser humano. El escritor tiene la pericia de ubicar sus personajes, sus reflexiones, sus afirmaciones rotundas, dentro de un marco fácil y atractivo, con unos personajes arquetipo, pero sólidamente construidos. En este caso será una intriga terrorista y policial que irrumpe en la vida de Henry Perowne, eminente neurocirujano, una madrugada de un sábado que se prometía feliz y tranquilo. SABADO está construida con un notable e impecable estilo, que podía ser adjetivado como claro, penetrante, real, minucioso - virtuosamente minuciosos -. El escritor se abandona narrando su historia en tercera persona, pero en realidad está muy introducido en la mente del protagonista principal - Henry Perwone - que nos llevará por medio de sus cavilaciones y la asociación de ideas, a presentarnos toda una vida de una familia normal a lo largo de una generación, en un transcurso real de 24 horas: un SÁBADO. También es de hacer notar la pericia con que describe acciones sin importancia (un partido de skuash) para, por medio de él, adentrase en la psicología del personaje; o una complicada operación en el cerebro nos introduce en sucesos pasados, temores, momentos de dicha... Es realmente un buen escritor Lástima que su visión del mundo sea tan negativa: observa el egoísmo, el odio, la violencia o la injusticia... Pero no concluye que quizá el hombre tenga la posibilidad de rehacerse. Con un deje de ironía nos descubre su concepción materialista del mundo, que le lleva a un nihilismo en el que, ni tan siquiera los hijos son fruto del empeño educador de sus padres; ni pura genética. Es el azar el que preside el movimiento del mundo y de sus habitantes. Deja un regusto fatalista al que hay que someterse, y vivir lo mejor posible (dentro de un orden honorable) y acompañados por el amor de las personas que nos han tocado en suerte en esta vida. MacEwan limita el amor al eros, pero no absolutamente: hay algo en él que pesa sobre su conciencia y no sabe solucionar. Y es que existe el bien. Hay algo más que la mera materia, que trasciende al hombre y, a la vez le deja en libertad.
Zimon de Elea

14 marzo 2006

APROBADO GENERAL (3) EL CAMINO DEL ÉXITO

Dedico esta ZIMONADA EDUCATIVA A MIS COMPAÑEROS DE CHILE
1.- El intríngulis del esfuerzo.
Sería de memos escribir un libro de auto ayuda y afirmar que se puede aprender sin esfuerzo. Nada hay en la vida que se consiga sin esfuerzo. Se equivoca lamentablemente quien diga lo contrario. Lo que pasa es que, ante la repetición de esfuerzos, nace el hábito, es decir, esa capacidad de estar en forma para acometer determinadas acciones. El ejemplo típico lo vemos en los deportistas: en cómo dependen de sus entrenamientos, alimentación y modo de vida, para conseguir la victoria final.
Por tanto, el que siga adelante con estas líneas deberá convencerse, si no lo está ya, de que para aprobar hay que esforzarse, tanto el alumno como el profesor, o la familia.
2.- Comencemos con la familia.
Muchos padres se excusan con la consabida frase de: “nadie nos ha enseñado a ser padres”; y, aparte de preocuparse y reñir con más o menos vehemencia a los hijos, depositan todas sus esperanzas en el Centro Docente, personalizado en algún profesor, o confiando en el prestigio de la Institución, como si fuera un santuario milagroso.
No debe ser así. Hay que afirmar que los padres son los primeros educadores de sus hijos, no sólo en tiempo, sino en grado de importancia.
Veamos esto más detenidamente.
No es cierta la afirmación anterior: “nadie nos ha enseñado a ser padres”. Primero porque hay un no sé qué intuitivo para unos, gracia del cargo, para otros, que, si el matrimonio se empeña, sabrá educar a sus hijos desde los primeros meses, y sabrán intervenir con autoridad y mano izquierda cuando el curso de la vida lleve a sus hijos a depender de maestros y educadores.
Pero es que hay una segunda premisa. Existen cientos de organizaciones, incluidos los Institutos y Colegios, que organizan cursillos, escuelas, charlas, y un sinfín de actividades para padres primerizos, entendiendo que un matrimonio lo componen padres primerizos, prácticamente hasta que el hijo o la hija, se casan, y se van de casa. Y aun y todo, también después: se convierten en abuelos primerizos. Por tanto no es de extrañar que acudan a aquellos cursillos o seminarios, matrimonios veteranos a los que se les ha desmandado un hijo de dieciocho años, por ejemplo.
Por tanto repito: si unos padres quieren ayuda para educar a los hijos, la tienen a la vuelta de la esquina; por no mencionar la abundantísima, eficaz y sencilla literatura al respecto.
Bien. OK, me dirá un matrimonio. Díganos algo de una vez, ¿NO?
Tranquilos, que ahora empiezo.
LA PACIENCIA está en la base del querer implicarse en la educación de los hijos. Sí. Puede estar claro, pero no es nada fácil. ¿O no es paciencia levantarse a las tantas de la madrugada, bien sea para darle el biberón a un bebé, o porque se despierta llorando, que es su único medio de comunicación? ¿Y qué me dicen de los desaforados juegos infantiles dentro de casa, una tarde de domingo con lluvia? ¿O cuando llega la procelosa hora de los “por qué”? ¿Y cuando nos llega a los adultos la hora de los “noes”? Hay una explicación sencilla para esas prohibiciones encaminadas a la protección, pero que ellos no entienden. Y qué decir de la terrible preadolescencia, o adolescencia; llena de brusquedades y hoscos silencios; de risitas y cinismo. (Ojo. Los hijos nos quieren; a su modo, pero nos quieren y, además intensamente). Sigamos. Un padre puede decir que a los dos años su bebé está para comérselo... Y a los doce, se arrepiente de no habérselo comido.
El chiste es conocido pero, ¿no hay algo de realidad?
Paciencia por tanto para que los hijos se desarrollen en un hogar cómodo, sin traumas, aleccionando, según las edades, su capacidad de discernimiento: que entiendan lo positivo de un acto autoritario, que se vean recompensados por una acción bien hecha.
De esta manera se genera el...
DIÁLOGO. ¿Les suena lo de que los padres han de ser los mejores amigos de sus hijos?
Zimon de Elea

13 marzo 2006

LAS MEJORES NOVELAS DEL 2005

Roth, Philip. LA CONJURA CONTRA AMÉRICA. Edita Random House Mondadori, 2005. 428 páginas. 21 euros.
Quizá sea Roth uno de los mejores escritores norteamericanos del momento. Tiene un sello inconfundible, que consiste en arrollar al lector con un argumento demoledor y convincente, dirigido con un pulso narrativo brillante, vigoroso, claro. Y es que verdaderamente se luce - y hace disfrutar al lector - con su filigrana de secuencias cronológicas, que van más allá de un simple flash back. Durante unas páginas parece que estamos ante una narración sobre su propia vida, entre los siete y nueve años. Pero no. Roth se sirve de ese aparente tono autobiográfico, para introducir más al lector en el argumento. Además, narrando en primera persona, puede utilizar con bastante pericia la técnica del monólogo interior. En verdad arrasa con su poderío narrativo y argumento.
El único “pero”, a mi juicio, es el abuso, en ocasiones, de la frase larga que, pienso, desorienta un poco. El propio autor se ve obligado a abrir paréntesis, guiones...
En esta ocasión el argumento es muy arriesgado. Roth imagina una América entre 1939 y 1942, en la que Charles Lindbergh, el famoso aviador, gana las elecciones a la Presidencia de Estados Unidos. Quizá la causa de fondo que provoca esta situación irreal sea poco convincente, pero como el lector no conoce esa causa hasta el final... Quizá a más de uno le pueda defraudar ese hecho. En fin, siguiendo con el argumento: todo se disloca en América, y es contemplado, sin entenderlo del todo, por un niño judío de arrabal.
Son aleccionadoras las moralejas de Philip Roth, Sirviéndose de las presentaciones de las cronologías verdaderas y pequeñas biografías de las personas reales que son personajes de la novela. Incluyendo un demoledor discurso de Lindbergh (real) antes del bombardeo de Pearl Harbour.
Zimon de Elea

10 marzo 2006

LAS MEJORES NOVELAS DEL 2005

Ishiguro, Kazuo. NUNCA ME ABANDONES. Anagrama. Barcelona, 2005. 351 páginas. 18 euros.

Quizá sea Ishiguro uno de los mejores escritores de estos años. En NUNCA ME ABANDONES, aborda un tema - o más bien habría que decir, un conjunto de temas - de una desgraciada actualidad: la manipulación genética, otras experimentaciones con seres humanos, inseminación artificial, clonación...
No caben dudas sobre sus buenas intenciones. Aunque sin hacer una condena explícita de éstos métodos inmorales, sí nos va describiendo un mundo futuro - actual en la novela - donde el afán de bienestar físico, salud, longevidad, lleva a la sociedad a crear un mundo de clones, apartados en cómodos y evocadores colegios victorianos desde su infancia. El propósito es que estas personas sean los futuros “donantes” o cobayas cuando sean adultos.
El autor vive en Gran Bretaña desde muy corta edad; sin embargo pienso que sus raíces orientales - japonesas - le llevan a introducir el tema con un halo de misterio que permanece hasta el final, cuando esas criaturas quieren salirse del papel para el que han sido creadas.
La prosa es deslumbrante. No me refiero a un brillo pomposo; más bien todo lo contrario: claridad, sencillez, firmeza; construcción de escenas y diálogos perfectos; y una utilización del marco cronológico que, no sólo le ayuda a explicarse, sino a exponer la lamentable situación de un modo tumbativo.
Uno podría pensar que acude innecesariamente al erotismo. Dejando relaciones incoadas.
Por otro lado hay muchas alusiones a revistas pornográficas. Es chocante, parece como si al escritor japonés el tema del sexo le pareciera una cosa más. Pero en realidad es eso lo que nos quiere transmitir: estos seres clonados, no son personas, ni tan siquiera pueden reproducirse. El goce del amor es solamente animal.
La recomiendo vivamente.
Zimon de Elea

APROBADO GENERAL (2)

El niño, el adolescente debe ser educado en la idea de que el aprendizaje es bueno de por sí, que capacitará sus potencialidades y le hará más feliz, por ser más instruido. Porque ese muchacho o esa muchacha sabrá lo que es disfrutar con la lectura de un libro, en lugar de perder el tiempo con el sinfín de opciones que ofrecen “los planes de ocio”, la técnica, comenzando por la televisión. O ni tan siquiera la técnica. Muchas veces nos encontramos con jóvenes con una actitud “autista” ante la vida, para los cuales, no hacer nada, no supone aburrimiento. Este perfil de alumno que acabo de describir no es el de un joven de principios del siglo XX, donde el mundo del trabajo los explotaba; es, más bien, el perfil actual de unos alumnos que acuden a clase sin saber porqué ni para qué. ¿Un ejemplo? El prurito de estudiar Bachillerato, o de llegar a la Universidad, cuando hay otros estudios que les pueden capacitar mejor para aprender una profesión con sentido vocacional, y triunfar en el campo laboral consiguiendo un puesto de trabajo, por cierto bien remunerado. (Obviamente me refiero a la Formación Profesional.)
Pues no señor: muchsísimos alumnos y sus padres prefieren cotas de alta intelectualidad. Y eso no es posible, porque intelectuales de verdad en un país como el nuestro no llegan al 20%. Esta tendencia produce, provoca un cañonazo hacia el fracaso escolar. Está mejor visto ser bachiller y universitario, pero no es la primera causa. Lo que hace elegir ese camino, para muchos sin retorno, es que no saben lo que quieren. Y así: las apetencias personales, la empatía de un grupo de amigos, el qué dirán, se convierten en las causas de elegir ese camino.
No pretendo afirmar que estudiar FP sea la solución, ni mucho menos. Los alumnos y sus padres tienen derecho a elegir, a orientar. Y puede que acierten muchas veces. Necesitamos personas con alta capacitación. Pero ahí están los datos; el logro social de la escolarización total en ciertas partes del Globo, no se ve secundado por la aparición en la sociedad de unos jóvenes cultos que saben lo que quieren y entienden por qué estudian.
Afirmaciones como las que estoy haciendo no pueden generalizarse. Pero, ¿saben por qué? Porque cada persona “es un mundo”. Personas muy informadas pero muy poco formadas.
Es obligatorio mencionar en este momento, que no en todas las partes de la Tierra existe la escolarización obligatoria, que ya es un logro en algunas zonas de mayor desarrollo, como hemos dicho. Muchos adolescentes del Tercer Mundo no han estudiado nunca nada, y a los siete u ocho años se ven sometidos a trabajos de adulto, como en Europa a fines del siglo XIX
Antes de que siga usted leyendo esta guía para personal desorientado, he de hacer la advertencia de que mi mente estará pensando en el complejo mundo de la Enseñanza Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional: todo en un mismo Centro. Durante muchos años he ejercido mi profesión en lugares con este tipo de alumnos, y rodeado de profesores con teóricas ganas de triunfar.
Zimon de Elea

06 marzo 2006

PROYECCIÓN Y EMPATÍA (2)

Si se tienen malas intenciones, todo en esta vida se puede torcer. ¿Recuerdan lo estupendo que era poseer un poco de “empatía” para las relaciones humanas? Y cómo, en su momento, veíamos la “proyección” como algo por lo menos a examinar, sino a evitar, de nuestro carácter? ¿Por qué evitar la proyección? Pues porque tiende a distorsionar la libertad de las personas que tratamos, creyendo (a veces sin darnos cuenta) que todas deben sentir igual, pensar igual, tener los mismos gustos y aficiones..., cuando en realidad somos manifiestamente distintos. Pero se ha introducido en nuestra cultura algo del “políticamente correcto”. Parece que disentir, fuera de unos márgenes trazados por no se sabe quién, es algo trasnochado, represor. ¿Nos hemos parado a pensar cuántas de nuestras opiniones son propias?: ¿Fruto del pensar, del charlar sosegadamente con un grupo de personas, de leer el periódico con espíritu crítico, etc. etc.?
Sigamos el razonamiento: si la “empatía” da un traspiés con esa tendencia a tener una actitud dominante respecto a los que nos rodean, se vuelve contra nosotros, causará estragos en nuestra psique y en nuestras relaciones sociales. Me explico: si yo advierto algo habitual en otros, trataré de comportarme como ellos, para no indisponerles conmigo.
Un claro ejemplo. No hay que ser un experto analista en cuestiones sociales para afirmar que en nuestra sociedad se miente mucho. La tendencia a excusarse, hacer un negocio, asistir a un juicio, vender una mercancía, presentar las calificaciones académicas en casa, etc. etc. mintiendo, no puede negarla nadie. Y lo malo es que el no decir la verdad (que todos consideramos más honorable que mentir) tiene una amplia aceptación social: “Tú me dices una cosa, y yo sé que me estás mintiendo porque te conviene. Y de la misma forma yo te meto otra bola, sabiendo perfectamente que tu tienes la certeza de que no es verdad. Así funcionamos: en la política local, regional o nacional; en los negocios, el la familia (¡QUÉ DESASTRE!), en la escuela, en las relaciones sociales, incluso con amigos. ¡NOS HEMOS CANSADO DE DECIR LA VERDAD! "Total, pensamos, no me van a creer". Eso es un proyección negativa.
Zimon de Elea

LAS BUENAS MANERAS

Siempre he hojeado con aprensión esos libros escritos por personas, sin duda con buena intención, sobre el comportamiento social, “las buenas maneras”, o como ustedes quieran llamarlo. Cuando uno va madurando se da cuenta que esas normas de cortesía, esa “etiqueta”, no han nacido por que sí, y de la mente de una dama melindrosa o un varón atildado y rancio. No. Han nacido, existen, están tipificadas por una afán de agradar a las personas que nos son más queridas y, por extensión, a todos los que nos rodean. Estamos hechos para la cordialidad, no para la gresca; para la felicitación, no para el insulto. El ser humano nace con la etiqueta en su alma: “creado para ser feliz”. Somos un "animal social", decía Aristóteles
Por tanto hay un condimento abundante de sinceridad en eso que llamamos la buena educación. Uno se pone corbata porque sabe que está más elegante para acudir a una boda o a una entrevista de trabajo. Una madre - mucho más que un padre - corregirá al hijo que come el pollo con las manos y la barbilla llena de grasa. Hay algo connatural a las personas que nos hace saber cuándo estamos siendo agradables (en el trato, en el vestir, en el comer...) y cuando no.
Y aquí no vale esconderse en un descamisado o una descamisada de la autenticidad. Tú eres un bruto hablando, no porque te de la gana, sino porque eres un inculto que, aparte de no saber, no tienes personalidad. Pero no voy a caer en la trampa de dictar normas y poner ejemplos. Sí doy un consejo que me ha servido: una persona que ve a los demás con una actitud mental positiva (que debiera ser siempre), tiende a ser correcto, cordial. Y si no sabe comportarse, es sincero, y pregunta. ¡Qué ridículo resulta ver a una persona intentando quedar como un experto en vinos delante de un camarero! Si no sabes, pregunta; di que te aconseje.
No vivimos en un mundo así, desgraciadamente. En aras de una mal entendida espontaneidad, la grosería, el desprecio, van inoculando en el ser humano el germen del odio. Salgan ustedes a la calle y miren; y ni tampoco hace falta que salgan a la calle, porque desamorados los hay en cualquier lugar.

Zimon de Elea

02 marzo 2006

APROBADO GENERAL

Esta es la primera de mis ZIMONADAS sobre la educación. Pretendo ser optimista al escribirlas, y no tratar hasta la extenuación los complicados puntos del grave problema que es el fracaso escolar y, en general, la conducta de nuestros adolescentes en los centros educativos. Simplemente me limitaré a contar con cierto orden, mis experiencias positivas en el mundo de la Enseñanza, tras casi veinticinco años de docencia. También ha habido momentos amargos, pero esos me los callo. Ahora se trata de animar al “personal” con estos - así lo espero – útiles consejos para reflexionar.

LA VERDAD, Y NADA MÁS QUE LA VERDAD

No sé si está más desorientado un alumno, por ejemplo de Bachillerato, o un profesor. Lo que sí estoy en condiciones de afirmar es, que el cuerpo docente, hablando en líneas generales, está llegando a un grado de perplejidad, desánimo y miedo sin precedentes. Y lo malo es que los perjudicados no son sólo ellos. Los alumnos suspenden a mansalva.
¿El fracaso escolar está de moda? ¿O lo que está de moda es hablar de él?
Se puede afirmar que a mediados del siglo XX la obligatoriedad de ciertos estudios reglados, y en ciertas zonas del Globo, ha sido una de las grandes victorias sociales. Pero este dato debe hacernos sospechar que, al ser el flujo de estudiantes muy elevado, la masificación lleva consigo el peligro de que muchos estén en condiciones de fracasar. Se podría decir que es cuestión de estadística: los últimos estudios al respecto revelan que el 60% de los alumnos entre doce y dieciséis años no tienen ninguna motivación para el estudio; y un 15% carece de capacidad. Ello no debe esgrimirse como excusa, pero sí es verdad que el profesorado en la actualidad se encuentra ante un proceloso mar compuesto por un 75% de educandos, a los que debe acometer con su ciencia y experiencia.
Pongámosle marco, pues, a esta primera idea. Sí, existe un preocupante fracaso escolar. Aunque se puede afirmar que los estudiantes saben cosas, pero no saben el por qué ni el para qué. Pero, repito, ¿es porque se han masificado las aulas? ¿O porque la obligación, el esfuerzo, inspiran rechazo? Ése es, desde luego, parte del problema. Pero, así como a los estudiantes de medicina se procura enseñárseles que no hay enfermedades, sino enfermos, con el fin de llegar a la “Excelencia” en su futuro trabajo, de la misma manera habría que aplicar el criterio a la Enseñanza en su globalidad: debería afirmase: no existen cursos, sino alumnos; o no existen asignaturas sino alumnos; o, no existen asignaturas sino profesores. Esto debe ser así porque cada centro de enseñanza “es un mundo”, cada curso de alumnos “es un mundo”, cada alumno “es un mundo” y cada profesor “es un mundo”.
Asentada esta premisa, habrá que afirmar a continuación que es perverso globalizar el fracaso escolar y dictar disposiciones conducentes a extinguirlo o, por lo menos, a bajarlo a un decoroso porcentaje. Asunto éste de moda, utilizado políticamente para inquietud de docentes, padres y alumnos y, casi siempre con muy poca fortuna. Pero en el fondo… sí. Desde luego: es aconsejable ser partidario de las grandes directrices a este respecto, incluso a una feroz inspección por parte del Ministerio o Consejería. Sin embargo hay muchos aspectos más importantes a tener en cuenta. Es lo que me propongo decir en estos comentarios, para que padres y profesores puedan subsistir y formar a sus hijos o alumnos, independientemente del Gobierno de Turno.
Vamos a entrar en “esos mundos” de las relaciones entre padres, hijos, centro docente, para ver qué hay de común entre ellos; de manera que estas líneas sirvan de orientación a profesores, padres y alumnos desesperados, desanimados, malhumorados... ¡Y optimistas ante el futuro!
Zimon de Elea

01 marzo 2006

¡QUE BENEFICIOSA ES LA EMPATÍA!

La empatía es una cualidad muy apreciada en las relaciones humanas. Es la capacidad de ponerse, psicológicamente, en el lugar del otro; tratar de entenderle, sentir sus emociones y, por tanto, sufrir o ser feliz con él, ayudarle. Una persona así, es admirada, querida, respetada, escuchada... Pero no se debe caer en la trampa banal de “creérselo”, entre otras cosas porque esta capacidad puede venir dada sin mérito, y porque al presuntuoso siempre se le acaba descubriendo.
Pero además, al ser algo que está, al menos potencialmente, en el carácter de todos, puede adquirirse. Lo llamaremos, intento de consecución de un bien arduo. Es la cultura del esfuerzo; si nos proponemos juzgar positivamente los actos o ideas de otras personas, la empatía irá arraigándose sólidamente en nosotros. Esto otorga a la convivencia unos beneficios increíbles.
Pero aún hay más. Se puede adquirir por descarga emocional, aunque si no se “cose” bien esta experiencia emotiva, todo será como una tormenta de verano.
Un ejemplo claro, que se de alrededor de las ONGs: Una persona joven, por ejemplo, que tiene su vida hecha: familia, trabajo, amigos, diversión... está en camino, si no es que ha llegado ya, de ser un agradable e irresponsable egoísta, por dibujar una deriva alegre. Pues bien: hay cientos de casos en los que el contacto con la vergonzosa marginación y pobreza y hambre del Tercer Mundo, les funde los chips. Y a lo mejor habían ido a pasar un mes en un país de África por mera curiosidad, por aventura, porque iba su novio o su novia… Estos “electro socks” pueden cambiar una vida. No se trata de que se hagan misioneros o misioneras; simplemente sus modos de ver la vida han cambiado: les interesan los demás, y no sólo para divertirse o hacerse favores.
Esta herramienta conductual da también óptimos resultados entre las personas que se dedican a la enseñanza o deben mandar un equipo de trabajo.
Desgraciadamente, no hay que salir de este país para comprobar los zarpazos del egoísmo, de la miseria y la soledad. ¡Cómo cambiaría Bilbao si todos diéramos un paso al frente – unos centímetros – hacia la empatía!
Y cuando la empatía se vuelve contra nosotros, ¿qué hacer?, ¿es posible que eso suceda?

Zimon de Elea